El análisis de
tres casos de modelos alternativos –como la formulación de PDL y la
construcción social de hábitat– sirve para enunciar los puntos clave que se
podrían replicar en el país.
Planteamientos de
la arquitecta Sara Ceballos Cano, magíster en Estudios Urbano - Regionales de
la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín.
En Medellín la participación
ciudadana en la construcción de ciudad está ligada a los PDL. Sin embargo, los
cambios de gobierno, la discontinuidad de las propuestas y la falta de apoyo a
los procesos colectivos pondrían en riesgo su funcionamiento.
Por lo general la planeación
urbana se realiza con un esquema tradicional “de arriba hacia abajo”, es decir
que los proyectos municipales o regionales se formulan desde las oficinas del
Estado.
“Por eso es común encontrar
que las propuestas no tienen relación con las necesidades reales de los
habitantes, además de que se generan problemáticas como la falta de apropiación
de los espacios y el desplazamiento forzado”, señala la arquitecta Sara
Ceballos Cano, magíster en Estudios Urbano - Regionales de la Universidad
Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín.
Por eso la planeación
tradicional tiene un debate activo en torno a la formulación de nuevas
propuestas para su propio mejoramiento. “De ahí surgen los modelos de
planificación alternativos o insurgentes, basados en un esquema ‘de abajo hacia
arriba’, que busca que las ideas de proyectos surjan de los habitantes para que
las administraciones locales y otros actores –como la academia y las ONG– los
validen y apoyen”, agrega.
En su trabajo de maestría la
investigadora Ceballos se propuso determinar cómo se han gestionado en Medellín
las experiencias de planeación alternativa posteriores a la Ley 388 de 1997,
que regula los Planes de Ordenamiento Territorial (POT).
Para ello analizó los casos
enmarcados en la construcción social del hábitat y el PDL de las comunas 1
(Popular), 8 (Villa Hermosa) y 2 (Santa Cruz) de Medellín, que se trabajó con
la Escuela de Hábitat de la UNAL Sede Medellín.
“La planeación alternativa es
un tema que se viene aplicando desde mediados de la década de 1990 y cuya
teoría se ha estudiado especialmente en Estados Unidos. En Latinoamérica el
mayor número de artículos sobre el tema se han producido en Colombia, y
particularmente en Medellín encontramos los tres casos asistidos por la Escuela
del Hábitat en las comunas 1, 8 y 2, que fomentó la participación de actores
estatales, líderes sociales y academia”.
“Se propició un diálogo entre
los tres y se adelantaron procesos pedagógicos para sensibilizar a los
habitantes sobre la planeación urbana, de manera que tuvieran elementos para
opinar y proyectar su propio territorio. Solo así es posible superar las
limitaciones de los esquemas tradicionales de participación, que terminan
impactando negativamente a las comunidades”, explica la magíster.
Replicar la planeación
alternativa en el país
Tras la revisión de los PDL,
la investigadora evidenció una institucionalización de las estrategias de
participación ciudadana.
“Los primeros planes fueron
hechos por los actores del territorio con acompañamiento técnico de la
Alcaldía. Sin embargo, los planes posteriores, publicados en 2015, están
‘homogeneizados’ y la participación comunitaria estuvo representada solo por
las Juntas Administradoras Locales, que forman parte de la misma
administración”.
“Los procesos de planificación
alternativos se deben movilizar de forma opuesta a eso, propiciando una
participación empoderada de los habitantes”.
“También es importante
considerar que la escala a la que se trabaje es fundamental. En las comunas o
zonas hay mayor posibilidad de éxito, pues hay más especificidad del
territorio, lo que permite entender las singularidades y responder
adecuadamente a ellas”.
“Es crucial que las
administraciones reconozcan los procesos de proyección alternativos para que no
haya desconexión entre planes, como ocurrió en Medellín con los PDL y los POT”.
De igual modo, es fundamental
el apoyo de las administraciones locales, pues la falta de soporte de las más
recientes en Medellín ha llevado a que las redes de tejido participativo se
debiliten tanto, que ninguno de los proyectos de planeación alternativa
evaluados ha logrado materializarse”, concluye la magíster.
Fuente: Oficina de
Comunicaciones de la Universidad Nacional de Colombia